lunes

Voy subiendo hasta tu casa que está hecha de piedra, que está más arriba.  Es difícil mirar para atrás, los hechizos queman, te atraen y te encierran. El sendero es sólo para ir y una vez arriba  ya no hay forma de bajar. Son esas cosas que te atrapan, te cambian y no dan tiempo a pensar. No siempre somos hombres fuertes ansiosos por luchar y encontrar la salida. Todo es raro acá... en la casa de piedra la angustia es pasajera, las ventanas sólo dejan ver nubes que son como un mar, nubes que hacen olvidar. 

Podés llamarme, si querés quedarte, no importa; si hace frío, yo iré a buscarte.
Podés no hablar, si querés escucharme; por momentos yo lo hice también. 
El tiempo está en calma, la suerte está de mi lado y vos sólo tenés que descansar. 
Justo al entrar encontré tu rostro y al verte tan cerca no quise escaparme. 
Lo que escuchamos puede ser tan claro, tan suave, tan suave mientras duermes.