Al borde de lo anímico y lo somático, entre el cuerpo y lo psíquico. Exigencia impuesta para que vuelva a encontrarse ese estilo. Exige trabajo actividad esa fuerza que te empuja y empuja,  jamas decae.. quiere esa meta de satisfacción parcial que se da en el camino, que no tiene final. No tiene final. Pero... tiene una fuerza grandiosa que intenta todo lo posible no ser censurada, esta en movimiento constante para lograr esa función. Siempre va a ser la significación lo que le dará la realidad, lo que sera el consuelo propio de ese fragmento. 

Sera que las  cosas vienen porque hay de atras miles y miles de sonidos y formas algo asi como estimulos pero no se si son estimulos quizas sean algo como señales que hace que esa persona seguida y repetidamente escriba haga realice su arte y su forma de expresión. Es decir, sera que la forma de expresion es estimulacion de aquello producido por miles y miles cosas que giran a nuestro alrededor que nos hace salpicar todo y tanto lo que nos viene hasta que algo nos corta el hilo y nos corta todo poder de sacudir todo lo que ponemos y lo que tenemos para hacer saber para recordar para poner en manifiesto. Algo exterior nos censurara? Estamos a todo momento a disposición de aquellas cosas. Que puede estar `pasandonos todo el tiempo pasando para que nos haga crear tan maravillosas cosas. Tan maravillosas que se conforman por pocas letras para nombrarla (no es injusto?) EXPRESION. 

Es como que te quedas paralizado frente a no saber qué decir, qué hacer,  cómo reaccionar.
Es como que te quedas inmóvil, viendo como todo pasa, como todo TE pasa, sin haber hecho algo con intención que suceda.
Es como que te quedas mirando a un punto fijo buscando respuestas, buscando el por qué o simplemente repitiendo una y otra vez "No se". 
Lo único que ves es que todo se cae al fondo sin fondo; que las horas pasan y seguís gastandolas en preguntas sin respuesta. Es que todo el agua que creías calma se enfurece de tal manera que te ahoga. Te sentís ahogado, sí, porque en la garganta no tenes palabras, están cubiertas. ¿Bajar la cabeza? ¿Desaparecer todo lo que tenes para explicar? ¿Es que, realmente, cada cosa que decís tiene tal cuota de hiriente, que causará un desazón, un tifón? ¿Tanto hay que cuidar las palabras cuando las intenciones son nulas de vileza? ¿O será que a las personas no les gusta que le digan lo que no quieren escuchar y por eso es que te condenan a saltar a un vacío que ellos mismos generan con discursos efusivos, hirvientes de ruindad o indignación?