miércoles

es un mundo de ilusiones mi parque de depresiones

¿Nunca se te vino a la mente cuestionar, en una ráfaga mezclada de angustia con una pizca de pena, por qué doblando la esquina, las vueltas de la vida se empecinan en que te encuentres con que la tolerancia que creíste conocer en vos, ya no forme parte de tus casillas, y así te arranca esa sonrisita chiquita que se te pintó y se supo mantener en un tiempo de, podríamos llamarlo, tranquilidad, volviéndolo "determinado"? Digo, no es que a uno lo saquen de las casillas. Si no que es tanto el sacrificio que nos llena la mochila pesada (cargada de deseos, ilusiones, sueños, pretensiones, etc. sin forma), que las casillas nos quedan chicas, y en el espacio pequeño, como es normal, surgen incomodidades típicas, que a su vez piden a gritos renovar y cambiar el aire, o por lo menos bajar los decibelios; piden a gritos mudarse a casillas más grandes, donde "soportar" y "entender" abarquen un dominio más general. ¿Será tiempo de abrir la cabeza y adecuarse? ¿Por qué hay que adecuarse a lo que nos incomoda? ¿Por qué hay que mudarse de casillas? Con esmero puedo decir, que aunque las circunstancias nos lo permitan, crear nuestras propias decisiones a merced de nuestros intereses a fin de convertirse uno mismo en dueño de sus actos valiéndose de todo lo que "no quiere", es otra puerta por cruzar. ¿Cuáles son mis intereses? ¿Cuál es el origen de ellos? Entiendo que hacer de la confusión un hecho, que convivirá mientras tengamos sentimientos, es el primer paso para entender las vueltas de la vida.