sábado


¿Que te falta?, le preguntaron. EL CONSUELO ESPERADO, respondio.
Mientras tanto se conforma con reconstruir un nuevo consuelo qe desahogue sus penas mas ocultas. Su consuelo lo encuentra en llorar con tristeza. ¿se dara alguna vez cuenta? Algo tan automatico casi, que duele tanto pero tanto, pero es increible cuanto... Un proceso de segundos, palabras de mas y cariños de menos, acciones que no van con la conformidad, y se abre la herida, se contamina un poco mas, arde; el nudo en su panza se hace mas notorio y sube hacia la garganta, en ese momento una mueca en sus labios demuestra friamente que las lagrimas estan por vencer a la mente qe le dice que no vale la pena, pero su mueca de tristeza leve acompaña a las primeras lagrimas saladas que se deslizan por las mejillas, la congoja son sus palabras, mas lagrimas que caen, un fuerte dolor en el pecho qe escalofriza junto al temblor al cuerpo, y los ojos que se le empañan de dolor, la voz que se le escapo y no puede decir lo que siente por miedo. ¿Que te falta?, -nuevamente-.. con calma levanto la mirada, y sin dudarlo un instante, LA PRESENCIA, -respondio-.