domingo


Nadie conoce lo que va a pasar "después de..."; si no, cada palabra sería medida, y hasta quizás serían todas frias. Y, lamentablemete, las palabras en conjuntos, las frases importantes, claves, tienen una carga tan grande de valor, que a veces no llegan a ser recibidas como tal, y se pierde, se vuelve nula. Ojo que esa carga valorativa de las palabras que uno dice (o a uno le dicen), además de que pueda que terminen muertas y secas, cabe la posibilidad de que no lleguen a comprenderse y se desvirtuen o reaccionen. Y entonces, aparecen las preguntas que nadie escucha, que retumban y se chocan con las paredes de nuestra cabeza porque no saben cómo salir a la luz, y se encadenan con demás preguntas en un rincón eterno. Por eso defiendo la idea de que no está mal que uno trate explicarse a sí mismo las cosas que pasan. Es inebitable. Siempre va a pasar lo mismo en el punto o límite que exista algún tipo de preocupacón. No creo que sea cuestión de inseguridad, o de insatisfacción.. no. Siempre va a existir un "por las dudas" en cada pasito de la vida, acompañado de algún ejemplo de vida sacado al azar, que acerque y guíe a la elección de las desiciones frente a ciertos hechos (de menor o mayor intensidad). Algo así como una mera "explicación" que denote el mas sincero deseo de arreglar o aclarar esas cosas que dije que pasan, para derribar ciertas paredes, ciertos muros que nos preocupan constantemente. Preguntémosnos, y preguntemos. Saquemos miles de conjeturas si es necesario, para llegar a la verdad más próxima. Y acordémonos, si el miedo de hablar nos invade en algún momento, que "cuando hay algo, hay algo que perder".